Creció en el barrio Cristo Rey de San José, fue ahí donde Michael Barrantes empezó a descubrir el amor por el fútbol, empezó por las famosas mejengas con sus amigos del barrio y poco a poco gracias a unos amigos cercanos a la familia, empezó a aprender del futbol profesional. Inicio en una escuela pequeña en Cristo Rey, sin embargo, a eso de los 10 años logro ingresar a las ligas menores de Liga Deportiva Alajuelense y consolidó su pasión por el balompié.
“Estuve en Liga Deportiva Alajuelense en el proyecto San José fue un proceso lindo mi importante en mi vida me enseñaron muchísimas cosas y lógicamente gracias a Dios y a ese aprendizaje que es que hoy ya llevo muchos años aplicándolo en mi carrera futbolística”, menciono Barrantes.
Para Barrantes, el fútbol es algo que se lleva en la sangre ya que su abuelo y tío también fueron futbolistas y gracias a ellos, le tiene gran cariño a este deporte. Michael asegura que recuerda el debut en primera división con mucho sentimiento, ya que era el sueño de niño, ser parte de un equipo de primera y lo describe como una de las cosas más lindas que le ha pasado a pesar de que no fue el debut soñado.
“El debut en primera es el sueño de todo niño, la persona que tenga ese sueño debutar en primera división es lo más lindo, la verdad es una de las cosas más lindas que me ha pasado profesionalmente hablando a pesar de no haber hecho un buen partido como habría soñado, fue de muchos sentimientos encontrados ya que fue mi familia y muchas personas que me aprecio mucho asistieron a apoyarme”, acotó.
Alma, vida y corazón es la frase que Michael prefiere usar al hablar del aprendizaje que le ha dejado el fútbol, dice que los sueños siempre se cumplen si se les pone mucho empeño, para podres conseguirlos y que es importante entregarse al máximo para nunca darse por vencido.
Barrantes, quien es padre de 2 niños, tuvo la difícil experiencia de terminar el torneo en medio de una pandemia, y asegura que salir campeón con el Deportivo Saprissa, sin el público y la afición no fue lo mismo.
“La experiencia de salir campeón este año de pandemia fue muy atípica, nosotros queríamos salir campeones y jugar todos los partidos con público con nuestra afición ver al país disfrutando a pesar de que fue muy difícil estoy muy contento muy agradecido con Dios, con mis compañeros y con todas esas personas que nos ayudaron de una otra manera, y por supuesto a mis hijos, esposa y toda mi familia porque fue un cambio radical”
El éxito del Saprissa, recae en que a pesar de que a lo interno del camerino la situación fue muy diferente por estar entrenando desde casa, no poder saludarse, tener que entrenar por separado acatando las regulaciones, manteniendo el distanciamiento social por completo fue que mentalmente el equipo logro manejar la situación estuvieron en las casas trabajando fuerte con la ayuda de todos los preparadores, pensando en que lo más importante era lograr la 35.
Hace más de tres semanas el Deportivo Saprissa fichó por un año más al volante Michael Barrantes luego de obtener su cetro número 35 y asegura que su meta es continuar ayudando al equipo a ganar los partidos y seguir buscando los títulos, siempre pensando en el bienestar de la institución aportando su granito de arena al equipo.