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ASOCIACION DE JUGADORES PROFESIONALES DE COSTA RICA

Por un mejor futuro y presente del futbolista profesional y su familia

Tropiezos y frustraciones caracterizaron el paso del volante costarricense Randall Leal en el fútbol nacional. Antes de llegar a Bélgica el jugador experimentó una etapa complicada que sin duda alguna hoy en día tiene su recompensa.
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Tras seis meses de jugar en el KV Mechelen de Malinas, Bélgica Leal con apenas 18 años de edad ya lleva varios minutos en el fútbol europeo, y logra llenar de alegrías a la afición de tan prestigioso club.

"Estuve en Saprissa y luego pasé a Belén tuve una opción de jugar en Noruega también pero no era lo que yo esperaba, me quede en Belén y después vine a Bélgica a hacer una prueba y el entrenador quedó muy satisfecho con mi trabajo y desde ahí confían mucho en mí" aseguró el legionario.

 

Sin embargo los tres primeros meses fueron los más complicados para Randall ya que tuvo varios problemas con el permiso de trabajo.

"Empecé a tener los problemas con mis permisos pasé tres meses sin poder jugar, sinceramente conversé muchas veces con mi familia, pensaba en irme para Costa Rica , estaba muy frustrado ya que era muy joven como para estar esperando que pasaba pero ellos me apoyaron mucho y me motivaron para quedarme aquí" dijo la ficha del KV Mechelen.

Randall Leal desde los 15 años tuvo problemas con diferentes clubes ya que no lo declararon como jugador libre, por tanto no podía jugar, situación que enfrentó con ayuda de Asojupro en varias ocasiones.

A pesar de que el paso por sus diferentes equipos de fútbol nacional no fue el más anhelado Leal asegura que todo esto le ayudó para crecer y ser un legionario tan joven lo motiva a hacer las cosas de la mejor manera cada día.

"Esta experiencia me hizo crecer mucho como persona, acá es otra ideología aprendí muchísimo, creo que si estuviera en Costa Rica no tendría la madurez que tengo a la fecha, así mismo logré mejorar la técnica y lo táctico ya que aquí se enfocan mucho en eso, pude adquirir el conocimiento y el club confía en mí."

Además afirma que lo más complicado de esta travesía por el extranjero fue el idioma ya que el oficial es el holandés una lengua bastante complicada para algunos costarricenses, por lo tanto se dio a la tarea de aprender inglés y de esta forma poder comunicarse mejor con su entrenador y las personas con las que vive en Bélgica.

 Por ahora el sueño de  Randall Leal es sumar más minutos en el KV Mechelen, sin dejar de lado la oportunidad de escalar a un club más grande en el fútbol europeo.