
El propósito de la actividad, que contó con la presencia de diputados de seis fracciones legislativas, fue consolidar la propuesta que ASOJUPRO, en conjunto con “FIFpro Mundial”, bautizó como Sácale tarjeta roja al racismo.

Umaña jugó los últimos dos años en el Persepolis de Irán, tras ser fichado en el Medio Oriente luego de la actuación en el Mundial Brasil 2014, el cual cataloga como el mayor reto de su vida por la situación actual del país.

Este proceso lo realizó la Asociación, durante ocho semanas de entrenamiento. Durante este tiempo, además de los entrenamientos participaron en cinco fogueos con: la Selección de la Reforma, dos con Cartago, uno contra Santos y otro con la Universidad de Costa Rica.
De acuerdo con Saúl Chinchilla, director deportivo de la Asociación, “un total de 58 jugadores asistieron de manera intermitente a los entrenamientos programados por Asojupro, con un promedio de 21 jugadores por entrenamiento”.

Sin embargo, aquel joven que formaba sus primeras armas en el balompié nacional, siempre soñó con llegar más lejos. Esa sed de triunfo y su esfuerzo, lo llevaron siete años después a un mundial que marcó la historia del fútbol costarricense; la Copa Mundial Brasil 2014.
El futbolista es oriundo de Ciudad Quesada, San Carlos, mismo pueblo que fue testigo de sus primeros pasos en este deporte. Aunque su carrera profesional inició a los 20 años, él afirma que jugaba desde niño.
Tras coronarse campeón con el Club Sport Herediano en el Torneo de Verano del 2016 el lateral Dave Myrie fue declarado como jugador libre y por esta razón se unió a la octava temporada de jugadores libres de la Asociación de Jugadores Profesionales de Fútbol (Asojupro).
Dave se encuentra a la espera de concretar una opción de trabajo y tiene opciones en suelo nacional y fuera de nuestras fronteras.
Hace dos años, Myrie vivió fue parte de la gesta de Costa Rica en el Mundial Brasil 2014. Llamado de emergencia tras la lesión de Heiner Mora, el lateral jugó el último partido de la Tricolor ante Holanda.